Viaje a Barcelona.

Muy buenas, hoy damos comienzo a nuestro blog haciendo una comparativa de La hostelería de la ciudad condal con respecto la de Almería.

Como todos los años solemos hacer un viaje para poder formarnos en algunas materias, en este caso lo hemos dedicado a la panadería, a las legumbres y a visitar algunas bodegas. Y como es natural por defecto profesional hacemos una ruta gastronómica para conocer varios aspectos de la gastronomía local.

Hemos visitado infinidad de locales de toda índole y aparte del precio que es muy superior, por no decir literalmente el doble y en algunos sitios abusivos. Hemos detectado que su palabra clave es “Papes”. Con esto se refieren desde pinchos hasta platos para compartir, en algunos casos de diseño gastronómico. Lo que más abunda fuera de los restaurantes, llamémoslos de mesa y mantel que casi todos son buenísimos y con una alta calidad de productos, son los bares de barras con mesas pequeñitas e informales y que no tienen nada que ver los locales enfocados totalmente al turismo de los que es mejor ni hablar.

Aunque en Barcelona es imposible no ser local turístico y creo que ese es uno de los aspectos que determina sus precios.

Para terminar me gustaría destacar el alto nivel profesional y formativo del sector hostelero, sobre todo en cocina, Pastelería y coctelería. Independientemente de la nacionalidad y la cultura del personal del que se nutre la capital catalana.

Moraleja: más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Me quedo con Almería por su gente, sus tapas, sus precios y su gastronomía.

Continuaremos con el desarrollo del desembarco Pirata 23/03/2019

Bueno después de identificar los más típicos menos turísticos y de precios menos agresivos, nos centramos en su oferta y es fácil descubrir que generalmente todos tienen una gran tendencia a utilizar conservas, encurtidos, ostras…….., en definitiva y a mi parecer productos que no implican trabajo para cobrar esos precios. Y no hablaremos del pan con tomate, que aquí ni lo cobramos.

En contraposición a esto nos encontramos con los nuevos locales de grandes restauradores que han decidido dar un giro y dedicarse a locales pequeños e informales con barra también y con una oferta gastronómica más curada. Pues curiosamente pagas igual e incluso menos que ir por ahí de tapas y platillos.
Felicidades a ellos si lo que querían era acercar la alta cocina todo el público.